Los socios de Voluntarios en Asesoría
Empresarial dedican, desinteresadamente, diez horas semanales a los proyectos
de la asociación
En la entidad son optimistas en sus predicciones
de cara a resolver la crisis con los recursos de que dispone el sector
industrial catalán
(Noticia publicada en "EL PUNT AVUI
+" del jueves 27 de noviembre 2014)
24/11/14 02:00 - BARCELONA - CARINA GARCIA
Mesegué
Jaime Marsal Coll, presidente de Voluntarios
en Asesoría Empresarial (VAE), frente al edificio del Parque Tecnológico BCNord
Foto: JUANMA RAMOS
Para recibir su ayuda se ha de tener una falta
de recursos para pagar los servicios solicitados.
Cuando corren malos tiempos y vivir resulta
una tarea ardua, el altruismo se convierte en una de las actitudes más
valiosas. Cuando la sociedad tiembla, los voluntarios se convierten en pequeñas
hormigas que trabajan, reconstruyen y aportan sus conocimientos y aptitudes
para una buena causa. Cuando los ciudadanos se unen y se comprometen con sus
vecinos, aparecen iniciativas como Voluntarios en Asesoría Empresarial (VAE),
pequeños héroes en tiempos de crisis.
VAE nació en 2005 con una voluntad muy clara:
transmitir desinteresadamente la experiencia de sus miembros en los campos de
la asesoría y la formación empresarial. Se trata de una asociación sin ánimo de
lucro formada por socios provenientes del mundo de la empresa: jubilados,
prejubilados y trabajadores en activo. Todos ellos se han comprometido a
dedicar unas 10 horas semanales a tareas altruistas.
En el distrito de Nou Barris de Barcelona está
el Parque Tecnológico BCNord, un espacio de innovación situado en un entorno
privilegiado. Se respira modernidad y seriedad, pero también una sensación de
tranquiladad. Allí, entre otros grupos y empresas, tiene la sede VAE, y es
donde la organización asesora, cada año, cerca de 400 casos.
Emprendimiento.
Jaime Marsal, presidente de la asociación,
solía trabajar como responsable de una agencia de comunicación en América del
Sur. Hoy ya jubilado, habla orgulloso de la labor que llevan a cabo y la
profesionalidad con la que trabajan sus compañeros. Su otra pasión: la palabra
emprendimiento, sin duda.
"El emprendimiento es una cualidad de las
personas", explica Marsal. Según su experiencia, para poner en marcha un
proyecto, hay que ser emprendedor y, sobre todo, saber conseguir los medios
para hacerlo. Es más, "el emprendimiento no se limita estrictamente a
crear un negocio",
Sino que también es la capacidad de idear la
propia carrera, un modo de ganarse la vida.
De las vivencias adquiridas durante sus años
en el mundo de la empresa, Marsal extrae que cada vez es más frecuente entre
los menores de 30 años, el hecho de trabajar con visión de emprendimiento, y
esta visión depende del tipo de persona pero también, en gran parte, de la
educación recibida.
Aun así, con una idea o con la buena voluntad
no siempre es suficiente para desarrollar un proyecto con éxito. Cuando llegan
nuevos casos en VAE, se asignan voluntarios del mismo sector a tratar y, éstos,
deberán hacer el diagnóstico de la situación y ver de qué manera hay que
proceder. El presidente lamenta: "Algunas veces la misión social que
debemos llevar a cabo es decir a alguien que no tiene madera de
emprendedor." En otras ocasiones, el diagnóstico es más positivo y los
voluntarios pueden ayudar a emprender los nuevos proyectos o bien asesorar a la
consolidación de un negocio ya existente.
Toda persona que busque la ayuda de VAE, eso
sí, debe tener en común una característica: falta de recursos para adquirir los
servicios de pago. "Nosotros no entramos a competir en el mercado con
otras entidades que hacen asesoría: queremos tener un nicho de mercado de
impacto social y de voluntariado", precisa Marsal.
Adaptarse o morir
El trabajo de la asociación también requiere
el aprendizaje continuo. Hoy en día, las nuevas tecnologías son fundamentales
para cualquier empresa y, ello, a VAE, lo tienen muy claro. "Nos obligamos
a estar despiertos porque nada nos coja desprevenidos", asegura Marsal. La
adaptación al nuevo panorama intermediàtico, así como la tendencia a formas de
economía colaborativa y de trabajo en red, son el camino a seguir. "El
futuro va por ahí; No podemos ser viejas glorias porque VAE desaparecería, el
servicio social sería deficiente. "
Jaime Marsal es optimista, tanto con la
asociación, que augura que seguirá creciendo y expandiendo sus conocimientos,
como con la crisis: "Saldremos, porque Cataluña tiene los elementos
necesarios para hacerlo."